Jóvenes españoles que quieren estudiar en USA mientras inciden en su talento deportivo acceden a becas deportivas en Estados Unidos para la universidad. Otros más pequeños participan en programas de año escolar en Estados Unidos y juegan en las ligas interestatales de los high school; algunos han sido incluso campeones estatales, como el pÃvot de los Memphis Grizzlies Marc Gasol

Rafa Nadal, que tenÃa 15 años en esta imagen de 2001, se vio obligado a abandonar sus estudios en 4º de ESO ante la imposibilidad de combinar su formación académica con su entonces incipiente pero ya innegable talento deportivo.
Combinar estudios y deporte es un reto para los jóvenes cuya complejidad es directamente proporcional al nivel de la competición: cuanto más alto, más difÃcil. Toda una paradoja dada la importancia que el deporte cobra en el desarrollo de los más pequeños de la casa, que pueden aprender conceptos fundamentales como el compañerismo, la competitividad, la disciplina, la salud… Esta dificultad es especialmente cierta en un paÃs como España, donde, como en la mayorÃa de los estados europeos, el sistema educativo y las ligas federadas siguen caminos separados. Un adolescente español que despunte en alguna disciplina deportiva se ve, conforme va creciendo, absorbido por dos grandes responsabilidades: obtener buenos resultados académicos cumpliendo al mismo tiempo con las crecientes metas de una afición que empieza a tornarse en algo más serio.
Tomemos como ejemplo extremo el caso excepcional de Rafael Nadal. El manacorà es ya, a sus 29 años, uno de los mejores tenistas de la historia gracias, entre otros argumentos incontestables, a sus 14 tÃtulos de Grand Slam. Esta cifra le coloca como segundo en el cómputo global, empatado con el estadounidense Pete Sampras y sólo por detrás del suizo Roger Federer, que tiene 17; además, sus 14 Grand Slam incluyen un récord mundial de nueve triunfos en Roland Garros y victorias en los cuatro torneos más importantes del planeta: Open USA, Open de Australia, Wimbledon y el mencionado campeonato francés (una hazaña sólo conseguida por siete jugadores, tres en los últimos 20 años).
Su proyección era tan alta que con 15 años ya era profesional (inscrito en la ATP), lo que situó a su familia ante una encrucijada: ¿cómo continuar con su educación escolar exprimiendo al máximo su talento deportivo? Al final, su tÃo y entrenador, Toni Nadal, decidió, con el respaldo de sus padres, que debÃa abandonar el colegio para centrarse absolutamente en la raqueta. No fue una decisión fácil para la madre del gran campeón, que estaba entonces en Cuarto de ESO; lo cuenta la propia Ana MarÃa Parera: “Rafa se hizo profesional demasiado pronto; al principio yo lo llevaba muy mal, pero finalmente entendà que era imposible compaginar los estudios con su carrera deportiva”.
Sin embargo, en Estados Unidos sucede todo lo contrario: la Federación Nacional de Asociaciones Estatales de Institutos rige, desde su fundación en 1920, la estrecha relación entre años escolares y competiciones deportivas; de esta forma, se asegura de que la integración sea total para facilitar precisamente que el rendimiento de los niños sea óptimo en ambos campos. Es más, las buenas notas son tan importantes para jugar como entrenar adecuadamente: ¡un mal estudiante no sale del banquillo!
La estructura deportiva en Estados Unidos es tan diferente a la española que, de hecho, lo que nosotros entendemos como cantera de nuestros equipos mayores, sus categorÃas inferiores, no existe en un paÃs donde la competición profesional está estrictamente separada de la amateur. Las universidades reclutan a atletas en los institutos, ofreciéndoles becas deportivas para continuar sus estudios al más alto nivel mientras perfeccionan unas carreras que, a veces, desembocan en una de las cuatro grandes ligas del paÃs: las de baloncesto (NBA), fútbol americano (NFL), hockey sobre hielo (NHL) y béisbol (MLB).
Estas becas deportivas en Estados Unidos han llegado a España a través de agencias como Estudiar en USA, lo que permite a los jóvenes de nuestro paÃs vivir esa experiencia en primera persona. La llegada al profesionalismo se realiza previa elección en un draft donde los equipos con peores resultados seleccionan a los mejores jugadores. Esto afianza el interés y la igualdad de las mencionadas competiciones, sujetas además a un lÃmite salarial que previene de monopolios como los que ejercen Real Madrid y Barcelona en nuestros fútbol y baloncesto. La Asociación Nacional Atlética Colegial (NCAA), con sede en Indianápolis (Indiana), es la entidad que, agrupando a unas 1.200 instituciones, regula el deporte universitario. Un dato: en la última temporada de baloncesto universitario, 11 españoles competÃan en la primera división, donde participaban 350 universidades con 5.200 jugadores.
Básicamente, los pequeños aprenden los conceptos básicos de sus disciplinas deportivas favoritas en los colegios. La oferta es amplia gracias a las instalaciones con las que la gran mayorÃa de los centros cuenta y a la importancia que se da al deporte en Norteamérica. No en vano, en 2003 se calculó que el 58% de los niños y el 53% de las niñas practicaban deportes de equipo en los institutos estadounidenses, donde las competiciones siguen siendo estatales y se reparten en divisiones, según su nivel. También existe la opción de practicar sin disputar liga alguna, por el placer de hacer deporte.
El fútbol americano y el baloncesto son, con más de un millón de practicantes cada uno en todo el paÃs, los deportes más populares en estas edades, siguiéndoles de cerca béisbol y nuestro fútbol, allà conocido como soccer. Yéndonos al baloncesto por ejemplo, jugadores de talla mundial como Earvin “Magic” Johnson o Jason Kidd fueron campeones de Michigan y California, respectivamente; el primero, formando parte del Everett High School (Lansing) en 1977 y el segundo, dentro del Saint Joseph Notre Dame (Alameda) en 1991 y 1992. Un privilegio que también pudo celebrar en 2003 el español Marc Gasol, quien, en su último año de instituto, lideró al Lausanne Collegiate School hasta el tÃtulo estatal en Tennessee.

En 2003, Marc Gasol se proclamó campeón estatal en la liga baloncestÃstica de Tennessee, liderando al equipo del Lausanne Collegiate School en un ejemplo de perfecta armonÃa entre éxitos académicos y deportivos.
Marc, junto a toda su familia, llegó en 2001, con 16 años, a Memphis, después de que su hermano Pau fuera seleccionado en el draft de la NBA por los Grizzlies. El mayor de los Gasol hacÃa historia en la mejor liga baloncestÃstica del mundo, siendo el segundo español en disputarla tras la visita menos brillante de Fernando MartÃn durante la temporada 1986-87. El mediano, mientras tanto, pulÃa sus conocimientos en el citado instituto, enrolado en una experiencia similar a las que cada año disfrutan muchos jóvenes de nuestro paÃs que optan por pasar un año escolar en Estados Unidos.
Marc completó su bachillerato en Estados Unidos y regresó a España, donde pasó cinco temporadas en la liga ACB antes de debutar, hace siete años, en la NBA. Hoy, el mediano de los hermanos Gasol es una estrella planetaria tras acumular un palmarés envidiable que incluye su reciente nombramiento en el quinteto ideal de la mejor liga del mundo. Una hazaña que ni siquiera Pau, dos veces campeón de la NBA, ha conseguido. De hecho, los Gasol se convirtieron este año en los primeros hermanos que jugaban el partido del All Star como titulares; un hito sin precedentes que sirve para subrayar su relevancia en la galaxia de las canastas y las asistencias como estrellas indiscutibles.
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